Frantoio es una variedad de olivo de origen italiano, y su
nombre es sinónimo de almazara o molino de aceite.
Cuya extensión en el resto de países se debe a la
moderada resistencia al verticillum.
Su árbol es muy rústico y con gran productividad, de
carácter temprano, que suele ofrecer abundantes
cosechas precisando eso sí un mayor número de horas de
frío para conseguir esos altos niveles productivos,
teniendo por el contrario retrasos en zonas cálidas y
secas, siendo ideal para los terrenos que se encharcan.
Para una óptima calidad de productividad, la planta de
olivo Frantoio precisa por tanto estar más tiempo en
ambientes fríos.
Es de vigor medio y porte llorón, con hoja plana, de longitud y anchura medianas de
forma elíptica, teniendo buena tolerancia y resistencia a las enfermedades, especialmente al
temido hongo verticillium y la antracnosis, siendo más sensible a la mosca de olivo, el repilo y la
tuberculosis.
Es un fruto de maduración tardía con peso y tamaño medianos, tiene forma es elíptica y ligeramente asimétrica.
Respecto a su color,
al madurar escalonadamente, su piel alcanza
un color rojo vinoso al llegar a su madurez con
numerosas lenticelas o poros de pequeño
tamaño.
En su recolección ofrece una resistencia media
al desprendimiento y un rendimiento medioalto, en torno al 21 por ciento, en la producción
de aceite.
Por sus características la Frantoio no se
considera una variedad aconsejable como aceituna de mesa siendo más adecuada para la
producción de aceite.
El sabor es afrutado, con notas dulces y matices amargos y picantes, recordando a la hierba
fresca, tomate, lechuga, alcachofa, manzana, grano, romero, apio y almendra, dejando
finalmente un retrogusto afrutado y ligero. Hay quien califica su sabor de elegante y se le conoce
como un aceite fino y aterciopelado, que va evolucionando a tonos ligeramente picantes en
garganta.