Es la variedad de olivo más importante del mundo,
cultivándose principalmente en Jaén, Córdoba y
Granada.
Conocida también con otras
denominaciones, como marteño, nevadillo y
lepereño.
Se trata de la variedad agronómicamente más
interesante en plantaciones tradicionales gracias
a su elevada productividad de aceite y fácil
cultivo.
Árbol con una densidad de copa espesa, vigor
elevado y porte abierto.
Esta variedad tiene una entrada rápida en
producción y alta productividad.
Es tolerante a las heladas, pero poco resistente a la
sequía y a los terrenos muy calizos. El fruto es de tamaño medio a grueso. Su aceite es
dietéticamente excelente por su composición de ácidos grasos y su cantidad de
antioxidantes naturales que lo convierten en el aceite más estable que existe, teniendo
unos acabados normalmente amargos.
Es bastante sensible al Verticillium.